
Conferencia de la Presidenta
CUESTION DE COMUNICACION
Por Sebastián Negri
Sorpresas te da la vida. Resulta que al final del conflicto con el campo, quien aparece con más chances de desgastar a Cristina y Kirchner es el mismo peronismo tradicional que ahora da muestras de “entender para donde va la Argentina” y quiere parecerse a Bachellet y Lula. ¿Pero que pasó con Carrió que se cansó de sacarse fotos en los cortes de ruta? ¿O con Obama De Angelis que arrancaba lagrimones a las señoras de clase media bien informadas? ¿Será que el pintón de Luciano Miguens se retira al campo como dicen, o que Buzzi pasó de comunista a vegetariano en 120 días?
Por supuesto que hoy en día es negocio pegarle al gobierno, y hasta parece que uno es tarado o está comprado cuando intenta explicar algunas medidas y dice que lo que faltó es una mejor comunicación. Se puede echarle toda la culpa a Clarín y a Lousteau, pero la realidad es que hace tres años esa misma clase media apoyaba al gobierno, y ahora convierte en un héroe a todo aquel que se enfrente a Cristina, sea Cleto “mi voto no es positivo” Cobos o Barrioviejo.
¿La gente se cansa de los procesos, no? Aun de los que le dieron más de lo que esperaban, creo. Inevitablemente la cuerda no dura toda la vida, el poder desgasta y hay dirigentes que se ponen ansiosos, como dice el motonauta. Algo tendrá que ver lo que hizo Kirchner el año pasado, cuando decidió bajarse de la reelección segura y promover la candidatura de Cristina. En ese momento el peronismo no dijo ni “mu”, pero ahora me quedo pensando en que no les debió haber gustado demasiado. No por una cuestión machista ni nada que se le parezca, sino porque la jugada hacía posible una continuación del proyecto K hasta más allá del 2011. De alguna manera implicaba romper algún código no escrito. ¿Querrá decir eso Duhalde cuando sostiene que estamos como en el 97, cuando el menemismo avanzaba sobre el intento de la “rere”?
En este sentido, hay que destacar tres elementos que deben estar pesando fuerte en las mesas del poder. Por un lado está la debilidad del gobierno, que lo pone a la defensiva en todos los escenarios de disputa. Yo me pregunto: ¿Donde está la base social de Cristina que va a respaldarla cuando los muchachos vuelvan a cortar las rutas, o cuando la puja que genera la inflación del 30 % se desborde? Irá la Cámpora armada con las ak-47 Kaláshnikov a Gualeguaychú. ¿Hablando en serio, no es todo prestado lo que tiene ahora? ¿Cuanto apoyo propio tiene en el conurbano y el Noroeste del país, donde al parecer se encuentran los bastiones K? Ayer nomás Evo Morales les marcó la cancha a los prefectos autonomistas que alentaban el caos, con el peso de su base social del 62 % de los votos a su favor. ¿Acá como se logra eso?
Tema dos: ¿Es casual que en todas las provincias el peronismo esté lentamente dividiéndose, o haciendo juegos más o menos autonomistas, de cara a los futuros reacomodamientos? En muchas provincias sus gobernadores fueron a los actos para apoyar la resolución 125, pero sus senadores votaron en contra. O hubo votos divididos, uno voto a favor y el otro en contra, y así múltiples variantes. Hay mal pensados que dudan en el enfrentamiento entre Busti y Urribarri, o entre Beder Herrera y Quintela, o entre Saiz y Verani, Jorge y Marín, entre otros. En definitiva, el juego les permite estar cobrando del gobierno, pero con la expectativa de participar en la etapa que viene.
Tema tres: ¿Hacen falta cambios en la política y en la economía? Si uno mira los diarios aparecen en “letras de molde” los reclamos por remociones y medidas. Todos hacen su lobby y digamos que es legítimo. ¿Pero que debería hacer un gobierno que arrastra las buenas noticias del anterior y también sus deudas pendientes? Pareciera que lo que no se hizo hasta ahora va a ser difícil ponerlo en práctica en adelante. La correlación de fuerzas ya no es la misma que en el 2005 y no se puede seguir pidiendo un acto de fe o compromiso K. Habrá que comunicar para donde vamos y resolver los problemas del corto plazo, porque sino terminás pagando tasas al 15 %, cuando Perú, México, Chile y Brasil lo hacen al 6 %. Como señal, muchos lamentamos el alejamiento de Pepe Sbatella de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Perder a un hombre que se le anima a los grandes grupos no es nunca buena noticia. Dicen que en su caso también hubo un error de comunicación con su renuncia, porque se olvidaron de avisarle que se tenía que ir.
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